el trapo era lo suficientemente fácil de llenar con décadas de deseos carnales reprimidos drenando de sus costuras cada contribución vertiéndose en una enfermiza carrera por llenar como si un trapo pudiera experimentar plenitud meses después lo vi endurecerse al sol todo ese placer seco como concreto dijimos que pertenecía a un museo aunque era una mezcla de poliéster y las semillas que contenía no merecían reconocimiento