Hay varios libros de programación escritos hace 40 o 50 años (K&R, SICP, Stroustroup) que siguen siendo relevantes hasta ahora. Dentro de 10-15 años no serán tan relevantes, pero tal vez aún se necesiten como base. La vida de un buen programador parece haber se vuelto aún más difícil. Dominar diferentes capas de abstracción es como escribir como Proust, mientras también se ha dominado el arte de hacer papel a partir de pulpa, tinta de agallas de hierro, y saber cómo cazar gansos para hacer plumas.