No tengo mucho deseo de ser tan rico como para poder comprar un Rolex, tener un Lambo o hacer viajes a Dubái. Quiero ser rico para poder controlar mi tiempo e ir al gimnasio a la 1 p.m. un lunes sin preocuparme. Sentarme en un café con un espresso y relajarme durante una hora. Para poder cocinar comidas en casa con ingredientes limpios. Gastar en mi hermosa mente, familia y amigos sin preocuparme por un presupuesto. Esa es mi idea de una vida rica, no la falsa idea consumista que me han impuesto para sufrir en los suburbios.