No puedo evitar decir que el año pasado hubo una gran calidez humana, y aún lo recuerdo con nostalgia. Cuando llegué a Hong Kong y bajé del avión, un amigo KOL me llamó por WeChat, y me buscó por el aeropuerto, ayudándome con mi equipaje. Todos éramos solo amigos en línea, fue OKX quien nos dio la oportunidad de conocernos. Normalmente me quedo en casa y salgo poco, la vez más larga que estuve sin salir fueron dos meses, y al final, como no había usado el coche durante tanto tiempo, la batería se había descargado y no podía arrancar. Ese año también fue mi periodo de socialización, cuando veía a un KOL desconocido, me acercaba a saludar, así que conocí a muchos amigos nuevos; el año pasado, solo en WeChat, añadí a más de 50, lo que tuvo un profundo impacto en mi crecimiento futuro. En realidad, muchas cosas se pueden resolver en persona: hay quienes evitan el contacto, pero se pueden reconciliar cara a cara. Hay quienes no devuelven la solicitud, pero con una frase se puede conseguir que te sigan. Y aquellos a quienes no puedo añadir en WeChat, se puede escanear el código en persona. Ese año en Da Nang, no hubo sermones, ni PUA, ni KPI, solo hubo alegría y relajación durante todo el tiempo. El año pasado fue el año de renacimiento para el mundo de las criptomonedas, y también fue el año del ascenso de OKX. En Da Nang, había un ambiente festivo lleno de alegría, y en un abrir y cerrar de ojos, ya ha pasado un año desde la cena de Nochevieja de OKX en Vietnam el año pasado, la cual extraño mucho. Por último, deseo que la segunda cena de Nochevieja de OKX en Phuket sea un gran éxito.