No te dejes llevar por las emociones al operar; la mayoría de las veces, las pérdidas se deben a operaciones de venganza. Una vez que caes en eso, es el comienzo de la destrucción de tu cuenta. Una operación que pierde, en esencia, es solo una corrección en los números de tu cuenta, pero la mentalidad de la persona se quiebra primero. Comienzas a sentirte insatisfecho, te apresuras a recuperar ese dinero, así que aumentas tu posición cada vez más, y te vuelves más indeciso con el stop loss. Dejas de operar y comienzas a jugar, y desde ese momento, la pérdida ya no es algo que el mercado te da, sino que eres tú quien se está haciendo daño a ti mismo.