En 1950, Kurt Richter demostró algo brutal. Las ratas colocadas en agua se rendían y se ahogaban en 15 minutos. Pero cuando eran rescatadas una vez y devueltas al agua, nadaban durante más de 40 horas. El mismo cuerpo. Una diferencia: la esperanza. Si estás ganando en este momento, sé el rescate para alguien más. Tus palabras. Tu presencia. Tu consistencia. A veces, las personas no necesitan consejos. Solo necesitan pruebas de que la supervivencia es posible.