Esta es mi abuela. No disfruta de la vida de jubilada como otros ancianos, porque fue una de las primeras en invertir en acciones en los años 90 y disfrutó de los beneficios de la época. Ahora no solo investiga el mercado de A-shares, sino que, debido a mi afición, últimamente se ha obsesionado con las criptomonedas. A menudo le cuento anécdotas divertidas sobre memes en la cadena de BSC, y siempre las escucha con mucho interés, pidiéndome que le enseñe cómo comerciar.