Conoce a Bernardo López, un niño de 11 años de Río de Janeiro cuyo nombre ya se susurra entre los jóvenes talentos más brillantes del fútbol. Su camino ha sido forjado a través de dificultades inimaginables. Cuando solo tenía un año, un trágico accidente cambió su vida para siempre, una olla de agua hirviendo se volcó, causando graves quemaduras en su cara y cuerpo. Los médicos temían lo peor, sin saber si sobreviviría. Lo que siguió fueron siete meses agotadores de cirugías, injertos de piel y un dolor incesante. Pero Bernardo se negó a rendirse. A medida que sanaba, el fútbol se convirtió en su refugio y su sueño. Comenzó a patear un balón en las calles cerca de su casa, luego ganó un lugar en una academia local donde su talento rápidamente destacó. Antes de mucho tiempo, Botafogo se dio cuenta y le abrió las puertas de su academia juvenil. Recientemente, Bernardo pisó el campo para su primer partido oficial vistiendo los colores del club, un momento que se estaba gestando desde hace años. El viaje de Bernardo es más que una historia de fútbol. Es una prueba viviente de que el coraje, la fe y la perseverancia pueden superar incluso los comienzos más oscuros. 🙏❤️