Se tarda más en obtener un permiso para construir viviendas en California que en que una pareja traiga nueva vida al mundo. Eso es absurdo, y es por eso que estamos avanzando más rápido. Si no solucionamos esto ahora, nuestros hijos crecerán con la misma crisis de vivienda con la que estamos luchando hoy. En San José, estamos eliminando barreras, agilizando aprobaciones y mostrando al resto del estado el camino a seguir, porque retrasar el cambio significa negar a la próxima generación la oportunidad de ser propietarios de una vivienda.