Se informa que SoftBank y Nvidia están en conversaciones para invertir más de 1.000 millones de dólares en Skild AI, la startup que construye modelos de base específicamente para robots, con una valoración salvaje de 14.000 millones de dólares. Esto no es un juego de hardware. Es una apuesta por las mentes del futuro robótico. En lugar de construir cuerpos de metal, Skild entrena modelos de control generalistas que podrían operar miles de tipos de robots, desde bots de almacén hasta humanoides. Para Nvidia, esto refuerza su control sobre la computación de IA física. Para SoftBank, revive el imperio robótico que siempre quisieron pero que nunca lograron plenamente con Pepper o Boston Dynamics. Si este acuerdo se cierra, el mensaje es claro y contundente. La próxima frontera de un billón de dólares en IA no son los chatbots. Son los robots que piensan.