Nunca olvidaremos el horrendo ataque a Pearl Harbor. El espíritu americano no se amedrentó. Rendimos homenaje a los héroes que dieron sus vidas por la libertad. Nuestras fuerzas armadas aseguraron que nuestra Nación no se definiera por ese ataque, sino por cómo respondimos de manera decisiva a él. Dios bendiga a América.