Lo que me sorprendió es el aumento en el costo de participación en la sociedad para los jóvenes Tengo 37 años. Cuando estaba en la universidad, necesitabas un viejo ordenador de sobremesa y un teléfono de ladrillo. Ahora, participar en espacios sociales entre pares cuesta un smartphone, un portátil y media docena de suscripciones mensuales