La mayoría de la gente piensa que la descentralización es un concepto idealizado, pero su verdadero valor siempre ha sido muy real: el rendimiento determina cómo ganas dinero a corto plazo, la descentralización determina si puedes llevarte el dinero que has ganado. En un mercado alcista, todos se preocupan por la velocidad y las tarifas, sintiendo que cuanto más rápida sea la cadena, mejor; pero una vez que te enfrentas a un cisne negro, a paradas, a abusos de autoridad o a la falta de liquidez, te darás cuenta de que un alto rendimiento resuelve la experiencia, mientras que la descentralización resuelve la supervivencia. Los minoristas persiguen rendimientos, los inversores persiguen certeza, y la base de esa certeza proviene precisamente de aquellas cadenas que no traicionarán los activos en momentos críticos. Puedes comerciar en cualquier lugar, pero tu riqueza finalmente solo puede recaer en el lugar que más confías. Las personas son así también, todo está bien en calma, solo en momentos extremos se revela la base.