> ser openai > enviar una caja de texto para gobernarlas a todas > añadir una página brillante de “nos importa la privacidad” > línea pequeña: “podemos usar tu contenido para entrenar nuestros modelos” > llamarlo “más personal, más útil” > 6 meses después, el chatbot sabe: trabajo, exparejas, horario de sueño, política, preferencias sexuales > blogs de tecnología anuncian: "la memoria del modelo es un cambio de juego… o una pesadilla de privacidad" > la gente responde compartiendo inmediatamente toda su información personal > los usuarios que se preocupan por la privacidad intentan autoalojarse > “sí, déjame aprender qué es VRAM, por qué la cuantización de 4 bits es de alguna manera poderosa y frágil, gastar $5k en GPUs, y aprender lo básico de DevOps un martes por la noche” > se rinden y regresan a chatgpt > otros laboratorios ven a los usuarios pagando a openai para entregar sus datos personales > la IA se convierte en una carrera para que las empresas reclamen tus datos como propios