El socialismo es la creencia de que tus inconvenientes personales son emergencias morales que justifican violar los derechos de otras personas. En lugar de resolver sus propios problemas, los socialistas exigen el poder legal para reclutar el tiempo, el dinero y el esfuerzo de otras personas. Cada frustración se convierte en una reclamación sobre la vida de alguien más. Cada necesidad se convierte en un pretexto para la coerción. Luego tienen la audacia de acusar a otros de explotación mientras viven de lo que nunca ganaron.