Antes solía sentir ansiedad por no poder ganar dinero cuando el mercado estaba mal, pero últimamente eso ha desaparecido por completo. Pasear al perro al atardecer, ir a cenar algo delicioso, luego ir a un spa y hacerme un masaje en los pies, escuchar el rugido de los motores en medio de la noche mientras la adrenalina sube, aprovechar que es un día laborable y hay poca gente para ir a esquiar, ver a la gente pasar, es algo muy común, pero simple y feliz.