Muchos pagos transfronterizos aún se mueven lentamente debido a redes fragmentadas, largos plazos de liquidación y múltiples intermediarios. A medida que los sistemas financieros evolucionan hacia redes en tiempo real, la infraestructura que conecta activos digitales y fiat se vuelve cada vez más crítica. Las redes diseñadas para flujos transfronterizos rápidos y fiables están redefiniendo cómo se mueve el valor a través de la economía global. Y las iniciativas como Velo son parte de este cambio más amplio. El futuro de los pagos globales no se trata de parchear viejas vías. Se trata de construir redes que realmente se mantengan al ritmo del comercio actual.