Así que ahora es oficial: las vacunas contra el Covid lastiman a los niños. Es una de esas muchas cosas de las que queríamos estar equivocados. Rogamos a amigos que no vacunaran a sus hijos, mostramos datos de que los niños tenían más riesgo de morir en un accidente de coche camino a la escuela o ahogarse que de Covid... pero la propaganda era fuerte. Nos habría gustado mucho más haber estado equivocados.