La industria tiene un gran problema con la moralidad. Muchos fundadores son ricos como el demonio y no se van (como Vitalik). Por supuesto, el mal protocolo, la narrativa impulsada por capital de riesgo del próximo asesino de Ethereum... el fundador se irá tan pronto como termine el periodo de adquisición. Porque su misión no era cambiar el mundo, sino hacer una salida y servir a los accionistas.