Comparar el ICO de Monad con una IPO tradicional es un ejemplo increíble tanto de la naturaleza democratizadora de las criptomonedas como de su asombrosa eficiencia. A algunas personas puede que no les guste y hay preguntas obvias que hacer: ¿saben los inversores lo que están comprando, hay suficientes protecciones, etc.? Pero en mi opinión, definitivamente es un vistazo al futuro.