40(!!!) ingenieros estadounidenses diseñaron esto. Un equipo de 300(!!) lo construyó en 4 años. Unas pocas docenas de nuestra gente forjaron una máquina tan avanzada que todavía provoca asombro seis décadas después. No un H-1B. No una mano extranjera. Solo estadounidenses haciendo lo que los estadounidenses hacen mejor: construir lo imposible.