Hace 2 años estaba trabajando en intentar llevar ALOHA a producción, cuando Tony me dijo en una llamada que quería construir robots para el hogar. Dejé de trabajar en ello, abandoné todo y me mudé a una acogedora casa en Mountain View. Desde entonces he tenido el placer de trabajar con este equipo de clase mundial que piensa por sí mismo y ha logrado lo imposible.