Es hilarante que el 20-30% de los padres fundadores estuvieran comprados, de pies a cabeza, en una 'sociedad secreta' con toneladas de 'rituales secretos' y 'apretones de manos' y títulos como "Príncipe Sublime del Secreto Real" y 'reuniones secretas' a las que solo podían asistir hombres. Hoy tenemos Castro St.