A veces, la desilusión lleva a quejarse. A veces, la caída provoca miedo. La pérdida de esperanza hace que cada día esté borracho. Sin alma y con cuerpo, como un espantapájaros. La vida se puede comparar con las olas del mar, a veces suben y a veces bajan. La buena y la mala suerte siempre requieren esfuerzo. Tres partes son destino, siete partes son trabajo duro. Solo luchando se puede ganar.