Aquí está la dura verdad desde arriba: esta vista satelital muestra exactamente lo que Trump destruyó. Juró que no tocaría el Ala Este. Mintió. La campaña de desinformación afirmaba que solo se estaba derribando el garaje—pura cobertura. ¿Qué pasó realmente? Lo arrasó todo. Cada oficina. Cada espacio de trabajo. Desaparecido. Trump no renovó la casa del pueblo—la desmanteló. Fuente: