Construimos un demera de cinco metros utilizando técnicas tradicionales. Madera, incienso, fuego y viento. El resto estaba fuera de nuestro control. El momento se desarrollaría como sucediera, con nuestra musa Lydia encarnando el espíritu de la Emperatriz Eleni (Santa Elena). Piedras ocultas marcaban el camino de Lydia... Cada movimiento se practicaba a la luz del día, pero durante la filmación no habría segunda toma. Detrás de la cámara, un gran equipo estaba listo con un camión de agua, cubos y ramas listas para proteger el suelo. La filmación tuvo lugar durante un interludio húmedo, cuando el suelo ya estaba un poco mojado.