El banco central clasificó oficialmente las stablecoins como monedas virtuales e incluyó estas monedas en el ámbito de la rectificación regulatoria. No se trata de un enfoque simple de "talla única", sino de una regulación de operaciones, intermediarios y actividades de compensación en torno a las stablecoins. Más importante aún, el banco central ha negado explícitamente el estatus de "cuasi-fiat" de las stablecoins, trazando fundamentalmente una línea clara con las monedas fiduciarias. ¿Qué significa esto? Los marcos regulatorios se están endureciendo, pero también dejan espacio para el desarrollo del cumplimiento normativo.