El exdirector de la CIA, Mike Pompeo, afirma que los estadounidenses que critican a Israel están cometiendo una forma moderna de "difamación de sangre", insistiendo en que tales voces no deberían tener cabida en el Partido Republicano ni en el país en absoluto. Afirma que la cultura israelí está en el núcleo del movimiento conservador. Pompeo deja claro que, en su opinión, no puede haber tolerancia para nadie que retrate a Israel como malvado.