Reducir el coste de construir software no cambia la propuesta de valor fundamental del software comercial. El software comercial significa que cuentas con una organización dedicada que se encarga de gestionar tu tecnología, mantenerla al día con las últimas funciones, corregir errores, gestionar la seguridad, etc. Su supervivencia depende de hacer todo esto, mientras que tu sistema CRM personalizado y único acabará siendo un dolor de cabeza para ti. Lo que sí hace reducir el coste del software de construcción es lo siguiente: 1. Competencia más viable en todas las categorías de software, lo que significa que los clientes obtendrán más valor con el tiempo porque las empresas tendrán que competir más para retener clientes. Esto puede reducir incrementalmente el coste del software por categoría, pero lo más importante es que solo significará que con el tiempo habrá mejores y más funciones para cada necesidad que necesites. 2. Software para nichos cada vez más pequeños. Verás software en verticales y para trabajos para los que antes no había mercado viable porque el TAM se consideraba demasiado pequeño para justificar construir una solución completa. Ahora será posible porque un equipo más pequeño podrá ir a por estos mercados. 3. Software personalizado para todo lo que los proveedores comerciales no soportan. Habrá 10 veces más software personalizado para todos los requisitos personalizados que tradicionalmente han tenido las empresas, pero que les resultaba demasiado caro para construir o que un SI creara. 4. Y, por supuesto, software para todas las cosas para las que nunca tuvimos software antes. Software para prototipado de productos, software para integraciones a medida entre sistemas, y así sucesivamente. Cuando el software personalizado cuesta casi nada de crear y puede ser relativamente desechable, veremos que aparece como solución para muchos más problemas (para bien o para mal). En conjunto, veremos órdenes de magnitud más software producido gracias a agentes de IA. Pero será en lugares diferentes a los que esperábamos.