Robots soldadores. El caso de uso original de la automatización industrial —implementado por primera vez en los años 60 en GM. 60 años después, dominan los talleres de carrocería de automóviles. Cientos de robots en perfecta sincronía, colocando miles de soldaduras puntuales por vehículo. Pero si sales de la producción de alto volumen, son raros. La mayoría de los talleres de fabricación siguen soldando a mano. ¿Por qué? Cada pieza nueva necesita una programación hábil. Planificación de caminos. Ángulo de la antorcha. Velocidad de viaje. Alimentación de cable. Flujo de gas. Todo ajustado para cada soldadura en cada componente. La economía solo funciona si ganas miles de lo mismo. ¿De alto volumen? Resuelto. ¿Mezcla alta, bajo volumen? Aquí fallan los robots de soldadura tradicionales... Pero estad atentos, algunas start-ups están empezando a cubrir el vacío.