Con las acciones bajando un 5%, es agradable ver que los bonos están cumpliendo su equilibrio como fuente de equilibrio por ahora. La correlación entre acciones y bonos, que fue muy negativa hace 6 años y se volvió muy positiva hace 5 años, lleva siendo moderadamente positiva desde hace tiempo. Tenemos una ligera divergencia negativa respecto a los diferenciales de altos rendimientos en el máximo reciente (es decir, un máximo más alto para los precios de las acciones y un mínimo más alto para los diferenciales de crédito), pero hasta ahora, la ampliación del spread en el crédito no parece alarmante en absoluto. Esto sugiere que la actual caída en la negociación de momentum es precisamente eso, una caída.