La llamada "pareja poderosa" de California, Rob y Mia Bonta, acaba de ver cómo su imperio de mármol se rompía de par en par, y la vista interior es exactamente lo que Sacramento no quiere que veas. Los Bonta han perfeccionado el arte de convertir un cargo público en una empresa familiar: dinero de campaña reciclado en beneficios personales, influencia gubernamental aprovechada para aliados internos y una dinastía política construida sobre el tipo de autonegociación que enterraría a cualquiera fuera de su círculo protegido. Esto no es servicio público. Esto es corrupción de nivel más alto, oculta a plena vista: una operación de pago para jugar disfrazada de 'liderazgo progresista' para el consumo público. Estad atentos... Más recibos entrando.