En Shanghái, los perros viven mejor que los fundadores de criptomonedas. Estos perros están comiendo en alta cocina, recibiendo tratamientos de spa y servicios funerarios profesionales. Mientras tanto, estoy cultivando lanzamientos aéreos como si mi vida dependiera de ello. En este punto, no necesito libertad financiera, necesito un renacimiento. Objetivo de la vida: moler tan duro para que la próxima vida pueda tener el honor de renacer como un mini caniche en Shanghai.