Antes, el fandom era unidireccional. La pasión de los fans se convirtió en métricas de participación, como clics, vistas y ventas de mercancía, que beneficiaron a todos excepto a ellos mismos. Con SCOR, el flujo se invierte. Los fans y los equipos pueden tokenizar su fandom, y la participación se convierte en un valor medible. Al convertir la propiedad intelectual deportiva licenciada en activos programables en la cadena, SCOR crea una economía bidireccional. La era del fandom programable ha comenzado.