ExxonMobil planea cerrar uno de sus dos craqueadores de vapor en la isla Jurong de Singapur a partir de marzo, un movimiento impulsado por la sobrecapacidad global y las pérdidas en la industria. Esta decisión se alinea con una tendencia más amplia en el sector petroquímico de reducir la producción, especialmente con el papel significativo de China en el mercado.