La versión de Lanie toma una canción ya empapada de nostalgia y anhelo emocional y la hace impactar aún más. Su interpretación cruda la saca del éter y la planta directamente en el pecho del oyente. No es de extrañar que el video haya acumulado 65 millones de vistas en los últimos cinco años, con innumerables fans regresando una y otra vez para sentir esa misma oleada de emoción.