Cosas asombrosas suceden en un país cuando elige a un líder que pone a su gente, su soberanía, su seguridad y su economía en primer lugar. Mira a El Salvador; observa lo que hemos visto aquí en casa con el presidente Trump. Espero que ese éxito sirva de ejemplo para el pueblo que ha sufrido durante mucho tiempo en lugares como Venezuela, Cuba y Nicaragua, que pueden regresar a la grandeza cuando rechazan la tiranía, aplastan la corrupción y el crimen, y ponen a su país en primer lugar.