¡El Medio Oriente está entrando en una nueva fase volátil! Los efectos en cadena no se quedarán locales, sacudirán mercados, alianzas y narrativas en todo el mundo. El caos a corto plazo es inevitable, pero creo que este es el comienzo de una transformación a largo plazo. La región no está muriendo... está evolucionando. Y una vez que se asiente el polvo, el Medio Oriente volverá a levantarse, más fuerte, más rico y más influyente de lo que ha sido en décadas.