La discusión sobre dónde se ha visto operar a ICE, e incluso las identidades de los agentes, está protegida por la Primera Enmienda. Si hay una verdadera amenaza, se debe procesar eso. Pero no puedes silenciar el discurso legal, ni presionar a las plataformas para que lo hagan, porque te preocupa que pueda ser "mal utilizado."